24 de julio de 2009

Rereposo


Solo en los momentos de soledad es cuando mi cuerpo se permite perderse en las nimiedades y lo mundano mientras siento mi mente trascender, y los pensamientos y sentimientos me inundan, me enjaulan, pero es la celda más libre y confortable que he podido encontrar.


A mí dame soledad y el mundo real deja de existir.
...Pero de alguna forma, que no sé explicar,
lo concilio con el mío..y logro sobrevivir.

21 de julio de 2009

Vesania o Co-Razón

[...]

Apenas llego a percibir las puntas de tus zapatos atravesando el marco de la puerta
Y ya soy capaz de adormecer el alma
La cordura se lamenta nuevamente, se ve decepcionada, excluida
Y se atreve a recordarme escenas de un pasado que nunca fue
Que nunca fui
Que estoy loca
Que esa insania es traicionera
Respondo que la única traidora es ella
Que ha de consumar su papel cuando la invoque y no cuando lo que está en juego es mi destino
Porque quién crea el destino sino el que se atreve a cambiarlo

(Siento flotar)

Y decido encausar mi ingravidez por hormonas inocuas
Tú vas cortando la línea de mi horizonte con total candor
Que es mi anzuelo..y lo has lanzado

Mis ojos se columpian mientras mi cuerpo parece emprender un vuelo casi involuntario
Dejo sentada a mi razón, quien despechada me ha lanzado..

..hacia el lugar correcto
Le advierto que observe y que atienda a mis latidos
Que no se emocione si mis pasos anuncian retorno
Que si pierdo, regreso y vuelvo a buscar en otro lado.


15 de julio de 2009

Meet me in the crowd: dos cosas



"Leo las cartas hijita..a ver qué te dice el amor.."


Paseo sola por el parque Kennedy en busca de una saturación y cansancio mental que me entretiene; a veces me gusta estar o salir sola..no hablar, sólo pensar..o hablar sólo conmigo, imaginarme cosas, observar a las personas, caminar y caminar. No sé cómo, pero esos momentos que fácilmente podrían resultar intrascendentes y efímeros son los que me renuevan de alguna manera. Es la necesidad de buscar nada. Disfrutar la ausencia de prisa y sólo dejarse llevar. Además, es divertido ver cómo las personas esquivan la mirada casi inmediatamente cuando uno las mira, como si una chica con un bolso con diseños infantiles y un frapuccino en la mano pudiera de repente hacerles algo. De hecho dedicaré una entrada, algún día si es que sucede, al encuentro visual durante 3 segundos, al menos, con otro ser extraño.


Bueno, cuando la señora que se hallaba sentada en una de las bancas del parque, próxima al consultorio imaginario de psicología que ha construido Poggi por ahí, me ofreció sus servicios de predicción no pude evitar sonreir incrédula cuando seguí de frente sin mirarla. Después me pregunté por qué no intentarlo..si luego de todo es falso por lo menos sería entretenido consultar con una de esas brujas independientes. Pero luego me respondí que si accedía a eso no me alcanzaría la plata para el frapuccino que tanto esperé durante este tiempo, aunque ni siquiera supe cuál era el precio de la adivinación, pero bueno yo sólo contaba con 10 soles así que no podía ser..lo siento señora bruja. Me prometí consultarle la próxima vez que ande por ahí, después de todo, la última vez que supe algo de mi futuro nadie me dijo nada acerca del amor, y en verdad podría ser un tema acerca del cual mis oídos quisieran una segunda opinión, venga de quien venga. No logro entender del todo esos asuntos, últimamente todo lo relacionado a ello me parece muy relativo y tal vez eso explique mi desinterés actual, que más concibo como decepción actual, porque de hecho no son inusuales las oportunidades en que me veo pensando en eso, pero simplemente no llego a conocer (realmente conocer) a alguien que me saque de mi aparente escepticismo, más allá de una que otra ilusión patente en otros posts. Suelo recurrir a la imaginación y ficción para, más o menos, darme una idea de cómo podria ser la otra persona, y cuando digo ficción me doy cuenta de que tal vez soy muy exigente en encontrar ciertas características en el otro. Y no es que esté desesperada buscando a alguien, sino que es sencillamente una duda que me asalta de vez en cuando; podría suceder que ya me haya cruzado con esa persona una o muchas veces y hasta ahora no sepa de su existencia, y a veces imagino su vida, paralela a la mía, la vida de un desconocido que todavía no sabe ni quién soy, y lo pienso con una gran mancha gris en el lugar de su rostro.



Es así que imagino cosas y cosas, pero para no caer en decepciones (o para los más pesimistas, en depresiones), prefiero también algunas veces imaginar la soltería, hacia la que claramente no me siento muy atraída, pero en fin..nunca se sabe, y en ocasiones es mejor no saber..o descubrirlo poco a poco uno mismo. Mientras tanto, sigo caminando.





"Leo las cartas hijita..a ver qué te dice el amor.."

- No gracias, me gusta el misterio.

1 de julio de 2009

La Confesión - Parte II: (HB!) Los chocolates y demás


Mágico. Después de más tiempo todo se tornaba mágico. Está demás decir que después de 2 meses de clase yo ya contaba con cierto conocimiento básico (dice) sobre el muchachón/niño/profesor, el mismo que protagonizó la primera parte de esta confesión y a quien, por cierto, no sé por qué llamo de esa forma tan primitiva. Como sea, en esta segunda parte contaré, además de otras pequeñas cosas, cómo es que el día de su cumpleaños fue a recibir una caja de chocolates que encontró sobre la computadora del aula antes de iniciar su clase. Porque sí, YO fui la que le regaló los chocolates, y hasta ahora mi condición de ejecutora del delito era casi un secreto (digo "casi" porque a estas alturas supongo que ello es conjeturado, si no conocido, por más personas de las que imagino). Todo empezó en las vísperas de ese día..yo estaba al tanto de la proximidad de esa fecha pero no lo comentaba con mucha gente para no levantar sospechas de nada; pero sí se lo comenté a mi amiga (la de siempre) antes de contarle también, en son de broma, acerca de mi idea de comprarle algún presente. Ni tan en broma, en realidad, porque si ella aceptaba ser mi cómplice, yo sí estaba dispuesta a hacerlo, ya que dentro de todo podía resultar divertido, pero se negó, en parte por el hecho de que ella discrepaba con mis gustos y etecé. Sin embargo, faltando un día para tal onomástico yo me encontraba en casa de otra nueva amiga que conocí este ciclo y a quien le comenté lo referente a tal hecho. Frente a sus interrogantes me dispuse a relatarle sobre mi "obsesión" con el muchachón/niño/profesor, claro que con previa advertencia de que podría temerme luego de conocer mi lado psicópata. Bueno, bien recibida mi doble personalidad por parte de ella, le propuse "en son de broma" (de nuevo) el quizás obsequiarle algo a esa criatura del empíreo. CHOCOLATES tal vez..a lo mejor..quién sabe, digo...



Me asombró la firmeza y el ánimo con el que aceptó; casi podría decir que ni lo pensó. Y vio Lяη que eso era bueno..y se entusiasmó aun más con la idea de comprarle aquellos chocolates al momento de salir a sacar fotocopias (porque también avanzábamos con nuestro trabajo...no todo es diversión, aunque gran parte de esa noche sí lo fue). Salimos por las calles en busca de fotocopiadoras y fuimos a parar a un lugar lleno de éstas, así que escogimos una, dejamos los libros necesarios diciendo que los recogeríamos después. En ese lapso emprendimos la búsqueda de una tienda de dulces que ella conocía y que no estaba tan lejos. Llegamos y me di cuenta de la graan cantidad y variedad de chocolates que vendían en ese lugar..quería comerlo todo, pero..no! "he de buscar un cocholate para el muchachón/niño/profesor!" pensé, así que mi mirada recorrió algunos rincones en donde quizás estuvieran camuflados los mejores chocolates para regalar a un profesor con edad de muchachón pero que sonriera y actuara como un niño. Sí, buscaba un rótulo que dijera eso. Mi amiga me sugirió una cajita lila con plomo que llegó a ver por detrás del vendedor; cuando la vi me pareció perfecta -eran chocolates colombianos-, la compramos por mitá mitá, y regresamos al sendero de las fotocopiadoras. Llegamos con la caja de chocolates en la mano y ¡oh sorpresa! una pequeña tarjeta en blanco adherida a la cajita nos decía "¡Lléname con la dedicatoria a tu profesor por favor, no me dejes en blanco!" Y es así que cedimos ante los reclamos de la tarjeta y escribimos. "No olvides poner corazoncitos" dijo la tarjeta. Debo admitir que aquella tarjeta ejercía una gran influencia en nuestras decisiones! Es así que todo lo realizado fue bajo el poder e influjo de una pequeña tarjeta parlante y caprichosa que atentaba contra nuestra voluntad inocente. Fuera de bromas, fue escrito el breve saludo de cumpleaños, con letra distorsionada obviamente, y listo. La cobardía nos condujo al anonimato.



Al día siguiente, las dos llegamos temprano, como habíamos acordado, para poder entrar al salón aún vacío, dejar la caja sobre la computadora y..¿salir y disimular? ¿quedarnos adentro como si no hubiéramos visto nada? optamos por lo segundo, en un primer momento, así que permanecimos en el salón haciéndonos las locas, como si no hubiéramos visto la caja (no estaba tan a la vista, así que nuestra justificación podría ser creíble). Sin embargo, no pensamos en algunas personas cuyas mentes más prácticas simplemente dirigirían la responsabilidad de los hechos a las personas que llegan antes que los demás y ya; pensábamos, por el contrario, que si nos veían sentadas y veían la caja dirían "ah no, no creo que hayan sido ellas porque no serían tan lornas en dejar el chocolate y quedarse aquí sentadotas". Bueno, en todo caso eso último podría habernos servido como autodefensa si es que nos delataban. Faltaban 5 minutos para que empiece la clase y no había ni rastro de alumno en el salón, así que decidimos salir, ya que todos parecían estar fuera. ERROR. Ahora todos sabían que nosotras dos habíamos estado adentro todo el rato, además de que, a la vista de ellos, el salir del salón podía significar una forma de disimular alguna fechoría. En fin, ya estaba hecho. Yo conversaba con personas afuera y de reojo vi por mi izquierda subir al muchachón/niño/profesor muy campante, como siempre. Pasó por nuestro lado, saludó y entramos al aula. Pero para ese instante ya habían algunas personas dentro y no sólo eso, sino que sostenían en sus manos la caja ploma mientras reían; yo me senté en mi lugar, mi amiga en el suyo y ahí no pasó nada. Cuando el profesor se dio cuenta, se asombró y perfiló su típica sonrisa triple, la misma que me embelesaba y me nublabla la mente. Señaló estar agradecido, etc, etc y preguntaba constantemente si no sabíamos quién había dejado aquello ahí, a lo que una chica le respondió que no era de parte de ninguno de nosotros (los del salón) porque "la caja ya había estado en ese lugar antes de que entraran todos". Yo no sabía si debía agradecerle o callarla. Al final no importaba, lo que valía era haber podido ver la reacción de él frente a todo esto y reírme para mis adentros, especialmente cuando después de un raato dijo recién haberse percatado de los "corazoncitos" y sonrió de forma tímida. En algún momento alguien de la clase le sugirió que abriera la caja porque a lo mejor encontraba alguna pista o algo del remitente, y él (cual niño en navidad) lo abrió rápidamente y vació de golpe la cajita, sosteniendo los chocolates en una mano y en la otra la caja vacía, cuyo interior miraba de forma graciosa en busca de alguna huella. Lo siento muchachón/niño/profesor, no pensamos en eso. Él, aparentemente, todavía no sabe quién fue el autor de todo eso; hacia el final de la clase continuaba preguntando si alguien lo sabía. Luego de un par de días aproximadamente, me enteré de que habían habido testigos de nuestra pequeña trastada, y que incluso no dudaron en señalarnos cuando el profesor preguntaba quién había sido. Así pues, parece que él no se dio cuenta de eso.





Psicópata. Después de más tiempo yo me tornaba cada vez más psicópata. Mal Lяη, muy mal. Sobre todo porque esto sucedía pese a que existían muchos rumores acerca de una posible "pateada con los dos pies" por parte del muchachón/niño/profesor. Cómo podía ser posible?! Aunque a veces yo solía pensar que era demasiado bueno para ser real, sólo así cabía la posibilidad de poner en duda su virilidad, no bajo otra mirada. Hubo un par de veces en que me acerqué a preguntarle algo acerca de lo cual yo ya sabía sólo para ver de cerca esas tres sonrisas suyas y, si era posible, también descartar cualquier tipo de calumnia que hubiese escuchado antes. Como era obvio, yo siempre terminaba descartándolas al instante mientras por mi mente aparecía una de esas transiciones que aprendimos con él..la de fundido a blanco. Yo realmente no sabía si él notaba mi existencia, hasta que un "buen" día se me ocurrió participar en uno de los trabajos que debíamos hacer; era un fotometraje o algo así (ya dije que su curso no es lo mío) y este sería visto por él y por los demás compañeritos de clase. Bueno, como he tratado de borrar ese muy mal momento de mi memoria, solo me limitaré a decir que hice un ridículo muy particular, del cual me arrepiento totalmente..a pesar de que en el momento de la realización fue entretenido. Mientras tanto los rumores continuaban y al parecer, no fui la única que se percató de esto (o tal vez fue sólo coincidencia), ya que durante una de sus clases vi que una compañerita había asistido con un polo con el siguiente estampado:





Y reí.

Hoy fue el día del examen final y el último día en que lo vería hasta retomar las clases el siguiente ciclo (aunque no volvería a llevar un curso con él, por razones de prioridades académicas), y tenía pensado darle a entender mi autoría sobre una caja de chocolates hace casi dos meses, pero me acobardé..no se lo podría decir cara a cara cuando cotidianamente sólo alcanzo a mirarlo a los ojos uno o dos segundos para luego deviar los míos a causa de la tensión.

Se supone que hoy acabaría con esta historia y que el broche de oro sería la revelación sobre los chocolates..y como no hice eso último personalmente, me conformaré con la utilización del ciberespacio; sí, soy rochosa y cobarde. En todo caso, supongo que eso cuenta como broche de bronce, pero algo es algo; además, solo se trata de cerrar la etapa.

Acá se acaba mi historia sobre él, el muchachón/niño/profesor. Bueno, ya lo viví, ya lo reí, ya casi me atreví, ya lo conté y ahora me desprendo.

Durante todo este ciclo el gusto fue todo mío :)

Pd: Que no se crea, por favor, que estas cosas las hago cotidianamente, es la primera y última vez que lo hago, no estoy tan loca.