11 de julio de 2011

del afán y borradores tontos

escribo hoy porque he de bloquear mis sentidos, porque mis sensaciones, muy a flor de piel, me perturban y me hacen pensar demás aquello que debería mirar apenas de soslayo.

escribo hoy porque me prometí, que tras una serie de hechos, que no solo se han avecinado ya, sino que están ya por irse sin haberles seguido yo el rastro, tendría que escribir de alguna manera; confrontar así la realidad para, muy a pesar de eso, perpetuar el recuerdo, el viejo recuerdo que mañana podría ser grato (porque la esperanza siempre parece valerse de mentiras e hipótesis que escapan de nuestras manos) y cuya versión escrita me hubiera hecho falta. me hubiera lamentado su ausencia, como es de suponer, siempre es la misma historia.

así que, bajo el riesgo y peligro que supone el transcribir mi perspectiva emocional de la realidad (entiéndase que al escribir algo le otorgo más importancia de la que la misma realidad le cede en espacio. todo eso lleva a que mis sentidos se bloqueen, pero solo luego de haberme deshecho y desprendido de tanta escena felizmente fatídica a media noche, y eso último solo después de recordar los eventos que me obligan a repensarlos y repensarlos y repensarlos, al margen de mi voluntad y de mi poco afán de tortura), he de escribir.

Y sobre todo, el escribir ahora obedece meramente a un capricho mío, porque fácilmente podría haberlo hecho antes (con toda la premura que implicaba, con menos certezas y más pereza) o fácilmente después (con más tergiversación y carga subjetiva de por medio). así que digamos que es un capricho racional, a pesar de todo.

Hay mucho por escribir ahora y tan poco es lo que puede ser leído al instante, porque si se lee ya, se lee ya y no hay más, no hay reparo en el proceso de escritura y ahí es donde puede residir la magia, la cursilería y la bobería, que tantísimo pueden hacer por uno, aunque lo neguemos. Solo un poco y ya está. Esto sin mencionar el alto grado de probabilidad de que dichos escritos, de existir ahora, puedan delatar afectos/efectos/hechos culposos que no deberían ni pensarse...justo ahora que no se piensan. A razón de eso, tanta tinta tonta en la sección 'borrador' de este blog y en algunas hojas sueltas que se me pierden, no menos que las ideas que no transcribo a tiempo.