«Hola, hoy te mentí de nuevo, deberías prestar más atención a lo que digo porque realmente miento muy mal. Bueno, sé que ahora busco cualquier motivo para culparte, hasta de mis errores y sé que sí lo sabes pero no lo quieres verbalizar; siempre me decías que cuando verbalizas algo, inconscientemente le tomas más importancia que antes y se transforma en un post it más en tu cabeza, y a mí que me encantan aquellos papelitos...En fin, todo está dicho. No, miento una vez más. Todo es claramente implícito y sólo eso, pero el día a día trae cansancio, verás. Y el problema radica en que ya ni siquiera siento el cansancio.
Yo quería correr, pero el adormecimiento, al igual que el tiempo, mata.
Fin (en lugar de Adiós, porque no te gusta que me haga la elegante)
Pd: No te preocupes, me tomé el trabajo de escribirlo y espero que lo leas en tu mente. No lo verbalices, no te hagas problemas. Me llevé la crema batida del refrigerador. No me llames».
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