26 de mayo de 2011

Hola de nuevo.

Los días transcurren igual
verde a veces, sonríen a veces
los olvido luego.
Y no sé si a la undécima visita de la angustia a mis fibras podré recobrar por fin mi matiz lejano, ajeno a la realidad, porque rara vez es ésta la que me libera.
Yo prefiero el alto vuelo, la impostura y el dolor; todo lo que creo para mí.
Mis historias ficticias, el cortar hilos conductores, poder crear y creer lo que creo.
Que la realidad me limita y me sienta a pensar en un sofá, me obliga a pensar en demonios reales y cotidianos.

Y dosis diarias de realidad, para mí, son terriblemente insoportables, me entumecen y entorpecen el sentir desordenado y expectante, calma inquietudes que con mucho esfuerzo azuzo y no, no me resisto, tengo que volver.
Los días transcurren igual, sobre ellos yace mi intento de acoplarme a la vida real y con sentido.
Y aunque a veces ella sea verde o intente sonreír, me cuesta acostumbrarme a que detrás de eso siempre hay una razón.
De todas maneras, esos días, los días, todos los días , los olvido luego.

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