20 de diciembre de 2010
´5p
4 de diciembre de 2010
Flecha
Mi ilimitado flujo de palabras no dichas
Mis lamentos
Mis poco decoradas formas de hablar
Mis ideas inconexas
Mi constante pérdida de perspectiva
Mis saludos inciertos
Mis ganas de gritar
Mis miradas al piso
Mi velocidad al caminar
Mis abstracciones
Mis temblores de pierna
Mis aplausos
Mi dificultad para hablar en público
Mis reacciones siempre contrarias a lo que quiero en realidad
Para cuando me doy cuenta, siento que ya nada de ahí me pertenece, todo brota y se va, no se acaba, solo se va. Solían irse sin dirección alguna…hasta hoy, hasta hace unos días, en donde las imprecisiones han puesto en tela de juicio mis mensajes, y ahora soy conciente de nuevo de todo lo que dejaba ir, y por controlarlo todo sin querer, termino transmitiendo lo mismo. Porque siempre hay nombres propios en medio de toda esta maraña. Y porque cuando ni yo entiendo lo que escribo, se avecina una señal.