22 de julio de 2010

¡bienvenida de nuevo!

...porque he abrazado nuevamente al inmune azar, que sin rencor ha regresado a mi nebulosa distendiendo todo tipo de peso que sobre mí misma impuse..y porque, luego de muchos meses, me parece ver renacer a la cordura cada vez que me sorprendo mirando el techo. Porque solo cuando me entregué al sino aquella noche fue que pude, repentinamente, dormir. Y desde el despertar del día siguiente no siento más que mi propio flote y las piruetas y los bailes y las sonrisas en una casa de espejos.

Yo no creo en el destino, pero por mi bienestar mental debo eventualmente dejarme acariciar por las casualidades y librarme de la carga que es tener que conducir una vida siempre hacia donde yo quiero. Quién sabe, tal vez el azar sea más prudente que yo (y piense menos también).



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